Tal y como introdujimos en el Secreto de los Andes, las alpacas (vicugna pacos) se domesticaron en Perú desde tiempos inmemoriales y forman parte, junto con la llama, la vicuña y el guanaco, de la familia de los camélidos sudamericanos. Las alpacas miden entre 1,20 y 1,50 m y pueden pesar entre un rango que varía desde los 45 a los 79 kg. Tienen una silueta más pequeña y curva que la llama y en la frente presentan un distinguido mechón de fibra.
Existen dos variedades de alpaca: Huacaya y Suri.
Las alpacas Huacaya representan aproximadamente el 90% de las alpacas de Perú. Estas alpacas están caracterizadas por tener una fibra corta, rizada, densa y esponjosa, dejando solo su cara y patas cubiertas con pelo corto. Por otro lado, las alpacas Suri tiene una fibra lacia, sedosa, larga y de excepcional brillo.
LOCALIZACIÓN Y HABITAT DE LA ALPACA
Con anterioridad a la época colonizadora, las alpacas poblaban buena parte del Perú y formaban un pilar fundamental de la cultura andina. Estos animales proveían a muchas familias de alimento, lana y locomoción. No obstante, con la llegada de los colonizadores españoles, también se introdujeron animales más familiares en la cultura occidental. Aparecieron los caballos, ovejas y vacas, que relegaron a las “ovejas de cuello largo” a zonas de mayor altitud, donde el pasto era de peor calidad y existía un acceso más difícil.
Por tanto, la alpaca tiene una distribución reducida, habitando en su gran mayoría en las montañas, sabanas y pastizales del altiplano andino peruano. Suelen estar cerca de las zonas húmedas y con temperaturas donde la diferencia entre el día y la noche puede alcanzar hasta un máximo de 30 grados.
En la actualidad existen unos cuatro millones de alpacas. Casi toda la población (aproximadamente un 75% ) está localizada en Perú y en manos de pequeñas familias productoras, que usan la venta de la valiosa lana de alpaca como principal fuente de ingresos.
OBTENCIÓN DE LA LANA DE ALPACA
La alpaca se trasquila con cuchillos o tijeras por lo general una vez al año, durante la época que comprende desde noviembre a abril. La producción por alpaca es variable, pudiéndose obtener generalmente un promedio de 5 libras por animal, aunque hay alpacas que pueden rendir hasta 15 libras.
La fibra de la alpaca es muy variada y puede llegar hasta un total de 22 colores. Esta es una característica que no es posible encontrar en otras fibras naturales ‘nobles’, utilizadas para la fabricación de textiles.
La lana de alpaca es clasificada conforme a su finura y ésta se pueden dividir en las siguientes categorías: Royal Alpaca o Premium Baby Alpaca (menos de 19 micrones); Baby Alpaca (22,5 micrones); Alpaca Fleeze (25,5 micrones); Huarizo (29 micrones); Gruesa (32 micrones); y Mixed Fleezes (fibras cortas por lo general sobre los 32 micrones). Podrás encontrar más información sobre sobre las fibras de lana de alpaca en la sección de nuestra web de Munay.
Cada calidad se emplea para crear diferentes productos tales como bufandas, chales, jerséis, mantas, capas o alfombras. Asimismo, estas fibras se pueden mezclar también con otras fibras generalmente naturales como por ejemplo la seda (como es el caso de nuestra amplia variedad de chales). En línea con los estándares de calidad que queremos reflejar en Munay, trabajamos en su gran mayoría con lanas categorizadas en Premium Baby Alpaca y Baby Alpaca.
Por último, la lana de alpaca se trabajada en sistemas de peinado y cardado, pudiendo obtenerse telas entre tweeds gruesa y gabardina fina. La fibra de alpaca no se rompe, deshilacha ni mancha, siendo muy fácil su uso.